Comida de Navidad en la empresa, comida “de traje”

Comida de Navidad en la empresa, comida “de traje”

Tiene 32 años. Es la tercera generación al frente de su empresa. Llevan años haciendo “lo mismo” y le cuesta bastante hacerlo “a la manera de sus mayores”. La empresa necesita un cambio, abrir mercados, diversificar producto, diferenciar su oferta… Trabajamos juntos y me permiten compartir.

“Lo que comenzó como un proyecto de internacionalización ha ido derivando en una verdadera revolución y estamos satisfechos por el cambio que ha experimentado la empresa”, nos dice Luis, su joven gerente.

Iniciamos el viaje acompañando a padre e hijo a pactar una visión conjunta para su negocio, a acordar JUNTOS qué deseaban para su empresa, cómo querían que fuera su proyecto conjunto en el próximo año. Los 25 trabajadores de la plantilla serían después partícipes del proyecto y quienes han decidido sumarse al nuevo proyecto, están encantados de aportar todos sus talentos al desarrollo de este nuevo viaje.

Al revisar lo que cada uno de los partícipes deseaba para su empresa descubrieron muchas cosas del mercado, del equipo, de sí mismos y de su propia relación. “Hay veces en las que das por sentado tantas cosas…, es difícil separar la familia y la autoridad como padre de la autoridad como accionista” nos comenta el patriarca.

Al compartirlo con el equipo descubrieron que existen muchas formas de interpretar y “adaptar” la ISO para obtener los mismos resultados que supuestamente el proceso estandarizado garantiza en términos de calidad y homogeneidad del producto, con el fin de incrementar la sensación de pertenencia y acentuar la responsabilidad personal de cada trabajador en su puesto de trabajo.  Esto ha “humanizado” la empresa según el decir de algunos de los miembros de un equipo que ha pasado por una reducción de plantilla con un sentimiento prieto de familia unida.

Quienes se han quedado han decidido sumar con entusiasmo su aporte creativo. Se crearon equipos de mejora, se ha invertido en equivocaciones y aciertos, se ha descubierto una nueva manera de trabajar JUNTOS. Esto ha redundado en un mejor ambiente laboral, y también en un descenso significativo de los índices de rechazo y reclamaciones de calidad.

Ocho meses después, la plantilla ha sufrido una remodelación y una reducción. Se han ido trabajadores que no creían en el proyecto, y con seguridad se ha perdido mucho talento, pero se ha recuperado muchísimo del que queda todavía en la plantilla.

Ocho meses después el joven gerente sale a ofrecer soluciones al mercado y no a vender “los productos de siempre”. Ha descubierto que incluso le gusta. “Ahora disfruto explicando en qué podemos ayudar a nuestros clientes, si a eso se le llama vender, disfruto vendiendo…”

Este año la comida de Navidad será diferente, la empresa sigue todavía con dificultades económicas, y aunque han pasado a números negros “no están las cosas para grandes despilfarros”, y todo el equipo ha decidido montar en el taller una comida “de traje”: yo traje los pimientos, yo traje la ensalada… Un recurso muy socorrido cuando realmente se desea compartir el balance del año y brindar por los proyectos de 2014.

Confío que en 2014 podamos también brindar por los pedidos internacionales que hoy son sólo presupuestos.

Enhorabuena! Y hasta siempre!

perfil bautizo 2013

Marta Martínez Arellano

Agente de cambio social y Transformación Empresarial CTT.

Agente Acreditado de Innovación y Crecimiento.

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