Ejercicios para ser Tu Misma/o

Ejercicios para ser Tu Misma/o

El otro día, un Tweett me llamó la atención “Sé tu mismo, los demás puestos están ocupados”… Y me quedé pensando. ¡Cuánta razón!, pero no es TAN FÁCIL… ¿no?

Vale, sí, debiera ser tan sencillo como vivir descalz@, y a veces nos lo complicamos tanto como para llevar doble tacón con tirabuzón de aleta. Prueba de ello es que proliferan los infartos los lunes, los martes nos atusamos la pestaña para salir con desgana al ruedo de la convención social, los miércoles nos estorban porque aún quedan dos días, y sintiéndonos inconvenientemente “en medio como el jueves”, celebramos con una cerveza que por fin ya llegó el viernes, antes de consumir con ansiedad de yonkie un fin de semana que pasa volando, casi sin enterarnos…

Debiera ser tan sencillo que nos construimos una sociedad en la que complicarlo.se tu mismo

Por eso permitirse ser es soltarse la melena, quitarse la armadura que con tanto mimo construimos desde que a los siete u ocho años comenzamos a buscar nuestro lugar en “la tribu”.

Permitirse ser es cantar en público aunque te parezca que desafinas. (De hecho sólo los que cantan, cantan, cantan… ¡lo llegan a afinar!)

Permitirse ser es “pasar” del juicio ajeno y bailar de pronto como única forma de expresar el júbilo propio.

Permitirse ser es escoger los amigos que te hacen sentir bien y no los que te hacen sentir “guay”.

Permitirse ser es celebrar con fruición tu diferencia, sin buscar esconderla para encajar en lo que piensan los demás.

Permitirse ser es darse permiso para expresar a plenitud los dones con los que fuiste adornado al llegar entre los vivos. Aceptar con donaire el piropo y el agradecimiento sin balbucir excusas.

Permitirse ser es cultivar lo que te mueve, lo que te vibra, te late y te entusiasma.

Permitirse ser es vivir con pasión cada minuto, al margen de que sea lo común vivir sin pararse a pensar en cada uno de ellos.

Permitirse ser es dejar “la canción protesta” y sumarse a la canción de auto-celebración.

Permitirse ser es vivir consciente del milagro de estar vivo y sostenerlo en cada aliento.

Debiera ser sencillo… Yo que llevo algún tiempo practicando y acompañando a otros a practicarlo… Soy consciente de que no es tan fácil y que es imprescindible darse permiso y seguir probando. Merece la pena el esfuerzo…

Así que… ¡ale! ¡Ya tenemos tarea! ¡A practicar!

pie de artículos3

 

 

Marta Martínez Arellano
Desarrollo personal y ejecutivo

No hay comentarios

Escribe un comentario

13 − 1 =