Mesa Redonda sobre el Emprendimiento 17 oct 2013

Mesa Redonda sobre el Emprendimiento 17 oct 2013

Institución Futuro en la CEN que compartimos ayer con relación al emprendimiento, escuchamos muchas medidas, legislaciones, iniciativas y proyectos. A mí me resonó particularmente la pasión y luminosidad de Catalina Hoffmann, que, curiosamente no pareció necesitar ninguna exención de impuestos o apadrinamiento con crédito blando, para llevar a cabo un proyecto brillante, sostenible y apasionante que constituye no ya una empresa de valor para la sociedad, sino su propio proyecto de vida. Fue la única que mencionó la pasión y el intra-emprendimiento. Me chirría contemplar cómo el apoyo emprendedor se centra única y exclusivamente con machacona insistencia en las medidas para poner “más fácil” el camino hacia la empresa en el ámbito legislativo y en el ámbito financiero. ¡Esa especie en peligro llamada “emprendedores” se nos van a arguellar con tanto cuidado administrativo! Y no digo que haya que eliminar esos beneficios, no me entiendas mal, digo tan sólo que tal vez no estaría mal buscar otros enfoques… En mi experiencia triunfa antes el emprendedor que no precisa del apapacho institucional o las “autopistas” administrativas. Y me gustaría a apuntar… ¿Qué  hacemos con esos empresarios que emprendieron con menor éxito y se ven abocados a no emprender nunca más? ¿Por qué no mimarlos a ellos, que se de buena tinta que querrían volver a intentarlo? ¿Por qué no enfrentar a quien emprende con dificultades del mundo real? Yo creo que las dificultades no están ahí. El 80 % de la solución de un problema se encuentra en su correcto diagnóstico. Estos datos ya los he compartido con anterioridad: Según el GEM Navarra es una de las provincias españolas donde más de penaliza el emprendimiento fallido. Según IF, el 43 % de los ciudadanos ven como negativo el impacto de la empresa en la sociedad. El 75 % de los ciudadanos europeos creen que su felicidad depende de las instituciones. Fomentar que existan emprendedores apasionados con su proyecto, decididos a ponerlo en marcha, tozudos y tesoneros a la hora de afrontar las dificultades es un problema SOCIAL, no administrativo. Cuando existe la Pasión, el Tesón y el Entusiasmo no hay barreras. Según mi experiencia, aquí miramos con recelo a quien se aparta de las normas, no nos gusta preguntar sino saber la respuesta, somos una sociedad inquieta que busca soluciones ya probadas y sabemos aplicarlas a veces con originalidad. Como en la mayor parte de las sociedades europeas, el ciudadano ha puesto en manos de las instituciones la potestad de crear no sólo emprendimiento, sino bienestar económico… Y éstas se lo han tomado muy en serio.Disponemos de muchas instituciones, departamentos, planes, planos y proyectos dedicados al emprendimiento… Pero los emprendedores no tienen claro quién hace qué y qué recursos hay a su alcance. Buscamos siempre el más difícil todavía, y las instituciones se hacen sombra unas a otras mientras compiten con profesionales liberales y empresarios independientes. Por eso creo que hay que dejar muy claro que No emprenden las instituciones… emprendEMOS los ciudadanos (que por cierto pagamos luego con nuestros impuestos a las instituciones). Por eso yo a las instituciones les pido un marco legislativo claro, coherente y no demasiado enrevesado… y con tanta cabriola tengo al impresión de que siempre “me pierdo” el último beneficio concedido por una ley que, en virtud de no sé qué letra pequeña, habitualmente no me estaba dedicada. Pedimos líderes capaces de enfrentar el mundo y penalizamos a nuestros alumnos en las aulas, pidiéndoles que dejen su pasión por aprender en la puerta, su entusiasmo por jugar en el patio del recreo y su curiosidad por descubrir cómo se hacen las cosas en las líneas aprendidas de memoria de los libros de texto… Para sacar un notable. Yo hice ayer esta pregunta: ¿Qué vamos a hacer como personas, profesionales, empresas o instituciones para cambiar esa imagen negativa que tiene el ciudadano de la contribución de las empresas? La pregunta se quedó en el aire y yo me sentí como el ratón del cuento, con la terrible responsabilidad de ponerle el cascabel al gato… He encontrado esta respuesta de PUNSET que recomienda la educación Emocional de nuestros niños y mayores para fomentar el emprendimiento http://www.eduardpunset.es/23/general/espiritu-emprendedor. Personalmente cultivo mi PROYECTO EVA (Emprendimiento Valores y Autonomía económica) y he lanzado junto con otros profesionales una ESCUELA DE EMOCIONES, para aprender a superar miedos y mirar la vida con la responsabilidad personal que alienta el emprendimiento. Todos los recursos serán bienvenidos.

martamartinezarellanoMarta Martínez.

Mentor Coach.

Consultora de Transformación y Desarrollo personal y empresarial.

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