28 Abr Sentirse parte – Rentabilidad del Marketing Inclusivo
Siempre busco nuevos recursos para comunicar mejor. Hace unos días, en el marco de la Cámara de Comercio de Navarra asistí a una jornada sobre MARKETING INCLUSIVO, a la que nos convocaban Luis Casado, CORMIN, ASORNA y con la creatividad de Mercedes Corretge como Secretaría de Actas. Al principio todo parecía «normal» sin embargo, el ponente, Luis Casado nos explicó antes de comenzar, todos los medios «invisibles» que se habían convocado para hacer la charla UNIVERSALMENTE accesible. Al presentarnos su Guía del Marketing Inclusivo, Luis nos hizo guiños para que todos pudiéramos «sentir» la diferencia. La pantalla desenfocada, la lata cuyo contenido será una sorpresa si no podemos verla… Nos mostró la gymkhana diaria en las ciudades de las personas con movilidad reducida y proyectó un video en el que distintas personas nos explicaban cómo les gustaría que les trataran.
Trabajo en mejorar la comunicación de las personas y aún así, fui dándome cuenta de cuántas cosas me quedan todavía por aprender sobre la acogida a los demás, a cada uno en su diferencia. Probablemente porque el conocimiento es como una isla: cuanto más crece, más costa tiene… Más grandes son los bordes desconocidos.
En la adolescencia todos nos sentimos «raros», diferentes, y vamos aprendiendo patrones de conducta para «conformar»: ser conformes con el grupo que nos acoge. Pero a mí este verbo me suena a intentar sentir que estoy satisfecha aunque tenga o reciba menos de lo esperado. Vamos reduciendo nuestra verdadera esencia a patrones «aceptables» socialmente, a la talla de lo que construimos como nuestro «ego social». Vamos poniendo «límites» a los terrenos que exploramos, y nos vamos acercando a aquellos que, como decíamos de pequeños, nos «ajuntan».
Somos todos animales sociales, necesitamos sentirnos aceptados y queridos, de hecho han demostrado que sin caricias y abrazos los bebés se mueren. Por eso Maslow en su segunda categoría de necesidades incluyó la necesidad de aceptación social, que incluye valores como la Familia, los amigos, o la lealtad.
La publicidad y el marketing utilizan esta característica humana para la «segmentación de su mercado», para la conformación de su mensaje. Al crecer vamos identificando con esa etiqueta, ese «yo social» y cuando vamos por la calle o por la radio, hay veces que al escuchar o leer un mensaje nos decimos: «¡soy yo!, ¡me está hablando a mí! ¡Está hablando de mí!», y nos apresuramos a informarnos más acerca de ese producto o servicio. Hoy en día, además, como podemos también comunicarnos en «abierto» twitteamos o re-twitteamos ese mensaje, lo repetimos, opinamos, bloggueamos… Es decir, nos convertimos en parte del equipo de promoción y marketing de esa marca o servicio que nos ha «ajuntado», y del que podemos llegar a ser «fans». ¿Quién no querría contar con una legión de estos?
En muchas ocasiones damos por sentado que somos aceptados. Imagínate por un momento que nadie te «ajunta», no te hablan, no transmiten de una forma que puedas comprender, que te ponen una barrera grandísima para que te acerques… ¿Qué sentirías si de pronto alguien te tiende la mano, te reconoce y abraza? ¿Y si te prepara un kit de apoyo para que te sientas «igual a los demás» para que puedas acceder a su producto o servicio de forma autónoma, plena y en igualdad con el resto de personas que te rodean? ¿No sentirías una inmediata lealtad hacia aquella persona o empresa que te ha facilitado sentirte parte del grupo?
El 40 % de la población sufre en algún momento de su vida una discapacidad, es un enorme porcentaje de mercado, sobre todo en bienes de consumo. La guía que hoy nos propone MARKETING INCLUSIVO es un recurso de inestimable valor para abrir nuestra perspectiva, abrazar a mucha gente diferente, acoger a un nuevo segmento de clientes que nos va a proponer un reto adicional: mejorar nuestra comunicación con la diversidad. Creo que es un elemento fundamental que debe incluirse en todos los planes de comunicación que busquen un desarrollo comercial. El reto, lo garantizo, tiene pinta no sólo de merecer la pena, sino de reportar ganancias y fidelidad de los clientes a medio plazo. Y si no, vean el acta visual de Mercedes Corretge que ilustra estas líneas. ¡Esta guía me va a resultar muy útil, Gracias!
Marta Martínez Arellano
Desarrollo de personas y organizaciones
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